
Mes vocacional 7 al 13 julio
21 julio, 2021
«Allí os espero» B. Pedro
24 julio, 2021HORA SANTA 23 DE JULIO DE 2021
Canto - exposición:
https://youtu.be/RffA-2H0h0AOFRENDA DE JESÚS
Dios mío, Trinidad adorable: A fin de satisfacer vuestros deseos, a fin de pagaros todas mis deudas y daros gloria sin fin, os presento mi tesoro infinito que es Jesús. Mío porque se me ha dado, mío porque me ama, mío porque su Madre Santísima me lo presenta como la gran riqueza de los cielos. Aceptadle de sus manos inmaculadas y de las mías pecadoras y gozaos en Él con el Espíritu Santo.
Por mis pecados, por mis olvidos, por mi poca delicadeza en atender al Amor Eterno, os ofrezco a Jesús vuestro tesoro.
Por el abuso de las gracias, por mi irreflexión, por mi abandono, os ofrezco a Jesús vuestro tesoro.
Por todos los pecadores por todo el Purgatorio, por todas las almas, os ofrezco a Jesús vuestro tesoro.
Para merecer vuestras gracias de elección, para recibir las riquezas de vuestra misericordia, para participar de vuestra vida divina, os ofrezco a Jesús vuestro tesoro.
Para anegar en bienes los abismos de la iniquidad, para derramar por el mundo el perdón, para abrir todos los corazones a la esperanza, os ofrezco a Jesús vuestro tesoro.
Para satisfacer a la justicia divina, para abrasar a las almas en fuego celestial, para derramar un océano de gloria, os ofrezco a Jesús vuestro tesoro.
Para satisfacer los deseos de Dios Padre, para satisfacer la sed de su Hijo, para calmar los anhelos del Espíritu Santo, os ofrezco a Jesús vuestro tesoro.
Para glorificar a toda la Santa Trinidad, para restaurar su gloria conculcada en el mundo, para purificar toda mancha de pecado, os ofrezco a Jesús vuestro tesoro.
Dios mío, infinito, eterno y santísimo: acompañado de María y del Espíritu de Amor te ofrezco a Jesús; gózate en Él, satisfácete en Él, glorifícate en Él.
Te doy su Sangre preciosa, sus sagradas Llagas, su Corazón inflamado.
Aquí tienes su pasión, sus trabajos, sus predicaciones.
Te glorifica su excelsa Eucaristía, su Madre Inmaculada, su Iglesia santa.
Mío es Jesús, Tesoro eterno; mía es su oración, míos sus méritos, mía su santidad.
Y todo te lo ofrezco, Padre Santísimo, para tu Gloria.
Recíbeme a mí elevado en Él, protegido por Él, santificado por Él.
Acércame a su Corazón para vivir de su intimidad y para ser una pequeña custodia que le lleve a todas partes y le glorifique eternamente. Amén.
AMBIENTACIÓN
A esta hora el 22 de julio de 1936 D. Pedro estaba consciente de la proximidad del martirio. Al estruendo de las bombas aplaudía a Dios y hablaba de la gloria y el honor de ofrecerle al Señor su vida… Aplaudir a Dios en la adversidad, al ruido de las bombas, cuando se intuye la persecución y la muerte… Esto, a la distancia de los años nos impresiona, pero en la realidad solo es posible si se tiene la vida enraizada totalmente en Dios. Como Pablo podía repetir: “Vivo yo, mas no soy yo, es Cristo quien vive en mi” (Gal. 2,20).
La iniciativa de la gracia 'ser Cristo' viene de Dios, pero exige nuestra participación en este proceso. A nosotras nos pone como norma de vida en este seguimiento de Jesús “Vivir de sus criterios, de su amor y de su ministerio” …” Así aspiramos con todas nuestras fuerzas a la glorificación de Dios, a ser salvadoras con Cristo y a ser víctimas en constante ofrenda con Él”. D. Pedro nos exhortará diciendo: Con la luz de Fe y actividad de amor y con hambre de generosidad santa, que nunca se sacia mientras hay algo que dar. (CF.1,4,9)
Hoy la familia Discípulas de Jesús, a la sombra de Jesús Sacramentado, nos unimos a nuestro Fundador en oración para acompañarle y para suplicarle que nos ayude a vivir en esa actitud de amor y entrega, que le caracterizó a él.
En silencio meditativo agradecemos a Dios la vida de D. Pedro y a su luz confrontamos la nuestra.
Sin Ti nada soy.
"Te amo mi Señor, mi aliento, mi salvador,
mi corazón palpita por tu amor, solo quiero sentir tu amor en mi existir, porque sinTi nada soy"
ANSIA DE MARTIRIO
Desde joven descubrió que lo más
grande para un hombre es el
MARTIRIO. Es la ocasión de darnos
nosotros a Dios.
En su juventud ya escribió:
Dejadme que esta noche loco delire,
No es la noche primera de mi delirio;
Cuantas veces el alma dentro suspira,
Suspira siempre ansiosa de martirio.
A partir de ahí, aquel sueño débil fue llenando totalmente su vida, hasta convertirse en verdadera obsesión.
“He deseado darte mi sangre y he sentido envidia de los que sufrieron el martirio”
En julio del 36, poco antes de su muerte, decía a los Operarios: “En la Hermandad se ora y se trabaja mucho...solamente nos falta sangre de martirio. Hace falta Operarios mártires. El día que los tengamos, la labor de la Hermandad será fecunda y magnífica”. Ante los sucesos que se preveían dice: “No hay que perder el menor átomo de confianza y energía…A mí …lo único que me produce es excitación de trabajo, de buscar medios y de afrontar lo que suceda con la gracia del Señor”.
Así se comprende que no se detuviese en la ida a Toledo para la fundación de Las Discípulas de Jesús y dijese que “Tenía que ir adonde le reclamaba el deber, aunque le costase la vida”. “Para darse a todos en caridad hay que sacrificarse antes a sí mismos”
Si en los primeros tiempos del cristianismo repetían que la sangre de mártires es semilla de cristianos, que su sangre sea semilla y empuje para vivir en fidelidad el carisma que un día Dios le inspiró para nosotros.
En silencio meditativo lo reflexionamos y confrontamos nuestra vida.
Como busca la cierva corrientes de agua, así mi alma te busca a Ti, Dios mío.
Mi alma tiene sed de T´i.