“En el corazón del sacerdote no debe caber más amor que el que tuvo Cristo nuestro Señor” (PS 22)

Sacerdote soy. 9 de abril 1905, aniversario de la ordenación sacerdotal de don Pedro.

Las Discípulas de Jesús nacen como un brote del Ideal Sacerdotal de Pedro. Con nosotras quiso compartir lo que llenaba plenamente su vida. Es el carisma de la entrega con Cristo, por Él y en Él. “Sólo Dios da la vocación… los deseos” por eso espera que sea el mismo Jesús quien llame a muchas jóvenes a “dejar la espiguita de su maceta para ir a segar a manos llenas las mieses en los campos de Dios” Las palabras de esta canción proceden del Llamamiento a las almas ardientes, el breve texto que Pedro lanza para divulgar este nuevo camino de consagración.

Sacerdote soy por gracia de Dios
fue el don más grande de mi vivir,
por él, Jesús nos reconcilió con Dios,
necesito almas para prolongar el Don.
A vosotras Discípulas, os lo quiero dar,
a vosotras os llamo en nombre de Dios.

PORQUE SÓLO DIOS DA LA VOCACIÓN,
SÓLO CRISTO JESÚS OS INFUNDIRÁ
LOS DESEOS DE SER OFRENDA DE AMOR,
SACERDOTES VIVOS EN VUESTRA MISIÓN (bis)

Vosotras seréis, por gracia de Dios
sacerdotes femeninos en el vivir,
habéis de ir al fondo y raíz
para vivir sólo de Él.
Sus criterios y amor, cariño y misión,
a vosotras os llamo en nombre de Dios.


Pero si os falta ese gozoso vivir
ya no habrá en verdad Discípula de Jesús,
raíces ocultas habéis de ser,
dando vida a la extensa mies
y a sus sacerdotes habéis de ayudar.
A vosotras os llamo en nombre de Dios.