“Cose los rotos con hilos de amor”(Beato Pedro)
Nuestra M. General nos escribe:
«Al impulso del Espíritu, en el comienzo de la cuaresma, el miércoles de Ceniza, somos invitadas a volver nuestra mirada a Jesús, nuestro Maestro y Señor, convirtiéndonos a Él de todo corazón (cf. Joel 2, 12) para seguirle por el camino que va de la cruz a la Resurrección. Este es tiempo de la gracia, en el que nos preparamos para celebrar la Pascua del Señor; “ahora es el tiempo favorable, ahora es el día de la salvación” (2 Cor 6, 2).
El evangelio nos invita a prepararnos con oración, limosna y ayuno: “cuando socorras a un necesitado… que ni siquiera tu mano izquierda sepa lo que hace tu derecha… cuando oréis… métete en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está allí a solas contigo… lávate la cara y perfuma tus cabellos, para que nadie se entere de que ayunas…” “… tu Padre que ve hasta lo más secreto, te recompensará” (Mt 6, 1-6.16-18). Esta actitud interior ante Dios y ante los demás, nos hace caer en la cuenta, una vez más, de lo necesario que es preguntarnos en nuestro quehacer diario, “cómo” hacemos las cosas y no tanto “qué” hacemos o buscamos.
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Hago eco de la frase de nuestro Fundador “cose los rotos con hilos de amor” porque es una imagen muy sugerente que me remite a nuestro proyecto comunitario: “tejiendo esperanza”.
¿Cómo tejer la esperanza si no es desde el amor de Dios que cose todos los rotos de nuestra vida, de nuestro corazón herido, de nuestras relaciones fraternas, de nuestra misión apostólica…? pero solo desde la conciencia de nuestra limitación brotará el amor que se convertirá en la gran fuerza que nos lance a vivir en un proceso de conversión constante. Dejemos que la Palabra de Dios, la Eucaristía, y la comunidad (cf. Const. 134) sean los canales por los que nos llega la gracia de Dios para iluminar nuestros pasos y con humildad descubrir y reparar “nuestros rotos”.
…que, durante este tiempo litúrgico de la Cuaresma, con María, acompañemos a Jesús por el camino de la Cruz para que con Él, ‘tejamos esperanza’, ‘cosamos’ en nuestras vidas los ‘descosidos’ que nos separan de los hermanos y gocemos de la salvación que nos trae su Resurrección.»
Bueno, familia, esto es para todos…, volvamos a la mesa camilla del encuentro y con la ayuda del Espíritu cosamos todos nuestros rotos… que el Amor ya lo pone Dios.