Con la ambientación de la animadora de liturgia para este día, nos felicitamos y agradecemos a Dios el regalo de haber conocido a Pedro.

¡Felicidades!

Hoy, al recordar las palabras de D. Pedro, “Me moría a chorros» y «mi tía, a toda prisa, me cogió y me llevó a la iglesia, haciendo que se me bautizara sin pérdida de tiempo”, celebramos con gozo y agradecimiento, el día de su nacimiento.

Y es que D. Pedro, “a toda prisa”, recibió la gracia de Dios de pertenecer, desde siempre, a la gran familia de la Iglesia, llevándole a vivir en una profunda unión con su Gran Tesoro, JESÚS.

Al celebrar un año más el regalo se su vida, nos encomendamos a él. Que su ejemplo nos inspire y oriente en el caminar de cada día y que, María, “Modelo de Discípula”, nos muestre siempre el camino hacia su Hijo y nos sostenga en la fidelidad a la vocación recibida.

Pedimos por toda la Familia Discípulas de Jesús, para que, desde nuestro encuentro con Cristo, nos veamos siempre fortalecidos en la misión que el Señor nos sigue encomendando.