En la recta final de los Ejercicios Espirituales
20 julio, 2024PADRE MÍO
7 agosto, 2024Dios mío, Trinidad Adorable: A fin de satisfacer vuestros deseos,
a fin de pagaros todas mis deudas y daros gloria sin fin,
os presento mi tesoro infinito que es Jesús.
Mío porque se me ha dado,
mío porque me ama,
mío porque su Madre Santísima me lo presenta
como la gran riqueza de los cielos.
Aceptadle de sus manos inmaculadas y de las mías pecadoras
y gozaos en Él con el Espíritu Santo.
Por mis pecados, por mis olvidos,
por mi poca delicadeza en atender al Amor Eterno,
OS OFREZCO A JESÚS VUESTRO TESORO.
Por el abuso de las gracias, por mi irreflexión, por mi abandono,
OS OFREZCO A JESÚS VUESTRO TESORO.
Por todos los pecadores, por todo el Purgatorio, por todas las almas,
OS OFREZCO A JESÚS VUESTRO TESORO.
Para merecer vuestras gracias de elección, para recibir las riquezas de vuestra misericordia, para participar de vuestra vida divina,
OS OFREZCO A JESÚS VUESTRO TESORO.
Para anegar en bienes los abismos de la iniquidad, para derramar por el mundo el perdón, para abrir todos los corazones a la esperanza,
OS OFREZCO A JESÚS VUESTRO TESORO.
Para satisfacer a la justicia divina, para abrasar a las almas en fuego celestial,
para derramar un océano de gloria,
OS OFREZCO A JESÚS VUESTRO TESORO.
Para satisfacer los deseos de Dios Padre, para saciar la sed de su Hijo,
para calmar los anhelos del Espíritu Santo,
OS OFREZCO A JESÚS VUESTRO TESORO.
Para glorificar a toda la santa Trinidad, para restaurar su gloria conculcada en el mundo, para purificar toda mancha de pecado,
OS OFREZCO A JESÚS VUESTRO TESORO.
Dios mío, infinito, eterno y santísimo: acompañado de María
y del Espíritu de Amor te ofrezco a Jesús;
aquí le tienes, gózate en Él, satisfácete en Él, glorifícate en Él.
Te doy su Sangre preciosa, sus sagradas Llagas, su Corazón inflamado.
Aquí tienes su pasión, sus trabajos, sus predicaciones.
Te glorifica su , su Madre Inmaculada, su Iglesia santa.
Mío es Jesús, Tesoro eterno; mía es su oración, míos sus meritos, mía su santidad.
Y todo te lo ofrezco, Padre Santísimo, para tu gloria.
Recíbeme a mí, elevado en Él, protegido por Él, santificado por Él.
Acércame a su Corazón para vivir de su intimidad y para ser una pequeña custodia que le lleve a todas partes y le glorifique eternamente. Amén.
(Esta ofrenda la compuso y rezaba con frecuencia el Beato Pedro Ruiz de los Paños)